dimarts, 6 de maig del 2008

NORTHERN EXPOSURE TUNEADA vol 14

http://www.geffen.com/artist/releases/default.aspx/pid/1148/aid/338

Supongo que esto es Londres y debe ser dentro de 73 años. Estoy viendo una foto a través del google-earth de la capital de Inglaterra y me ha dado por pensar.
En el museo de Historia Natural (51º29´47.37 N) se han colado múltiples libros. Los libros ya forman parte de los museos. Bueno, en realidad los museos ya no son como antes. Han habilitado el ala este del edificio para especies extrañas, organismos cuadrados con tapas que han sobrevivido al paso del tiempo y se han ido adaptando progresivamente a una generación tras otra. Tienen un esqueleto de madera prensada y están tatuados con palabras que desarrollan argumentos, o no.
Las artes, la literatura en concreto, evolucionan siendo estáticas, quiero decir que no desarrollan alas o branquias en forma de metáforas que no están escritas, ni suprimen tonos pastel que han sido pintados en el caso de los cuadros. El libro, por ejemplo, progresa antes que el pensamiento de los seres humanos, va por delante del sentir general sin cambiar un ápice de sus palabras.
Esta película es un clásico, es imprescindible. El hecho es que nosotros, se supone, nos modificamos con el tiempo, pero las cosas creadas en un determinado momento son las mismas.
Lo discutiamos el otro día con Ed y el doctor Fleischman. Ed está acostumbrado a convivir con creaciones inmutables [dejemos a un lado las remasterizaciones], películas italianas de Fellini o clásicos del cine negro que se hacen mejores conforme el presente sucede. En cambio Joel convive con la incertidumbre más aplastante, esto es, la ciencia [aunque llamar ciencia a la medicina es mucho decir]. Se supone que los avances tecnológicos son el conocimiento más sólido que es capaz de adquirir el ser humano y sin embargo, está expuesto a una renovación constante y a admitir, que lo dicho anteriormente no significa que sea cierto, sino que es la opción menos falsa para entender el entorno que nos rodea. Por supuesto no se pusieron de acuerdo, pero los tres acabamos borrachos en el alambique de Holling.
Ayer acabé de leer Anatomía del fraude científico de Horace Freeland Judson publicado por Editorial Crítica, una recopilación de los timos de la ciencia en los últimos años (el más famoso es el de la falsa clonación de un embrión humano por el biólogo coreano Hwang Woo Suk). Después de doblar la última página y de poner el Sultans of swing de los Dire Straits mientras miraba como un oso se había acomodado en el patio de atrás, me pregunté si sería posible hacer un libro sobre la anatomía del fraude artístico, y fraude no como mentira, más bien como disección del subjetivismo, porque son escalas distintas (arte y ciencia) y no son comparables.
Bien, la canción acabó y Knopfler me dejó claro que eso no sería posible mientras no existiesen museos de libros escritos y en blanco.
Chris desde la K-OSO. Os dejo con So far away como metáfora y con un aforismo de Sun - Tzu:

" evita el combate que no puedas ganar"

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