divendres, 25 d’abril del 2008

MPR 0.9


ya no quedan bañeras ocres, sólo un plato de ducha lleno de células epidérmicas de varios párpados, el cubo de la fregona en el rincón y un felpudo húmedo que se agarra al suelo como la foto del aniversario en tu mesita de noche

existe una frontera ancha que perdió los mojones (una línea curva o recta, es igual: infinitos puntos trazados individualmente. Las aduanas entre nosotros son sinapsis y el efecto óptico crea falsas ilusiones (un oxímoron))

no hay jabón de manos, tampoco gel y la pasta de dientes se confunde con el cepillo. Ni cuchillas, ni espuma, ni cera caliente, ni aquellas piernas depiladas. No hay olores familiares ni dedos modelando la buganvilia

una casa son sus objetos, sólo eso

Knopfler me dice algo desde el salón con su Fender estratocaster, pero no le oigo bien. sigo aquí, sentado, entre las ventanas esmeriladas y la ropa tendida

venías de una tierra demasiado extraña, sin luz, sin carreteras que coger para seguirte, yo, un adicto al autostop [esto es otro oxímoron]

a la cama se le han caído las patas y las almohodas se han difuminado en pájaros que entran por la ventana [me puedes decir que es compañía, pero no son objetos], y las casas son eso solamente: ventanas abiertas en verano y ramos de flores en la entrada todo el año

el rojo de los labios es un movimiento browniano de neurotransmisores que recorren fronteras a través de fibras sin arcén, que las destiñen, y que por momentos hacen pensar que no habrá más espalda mojada que la tuya cuando salgas de la ducha. Pero ya no hay platos de ducha [ha sido un error estético desde el inicio de este poema], el amarillo de la habitación lo engloba todo

las casas son sólo eso, objetos creadores de música ambiente que se escapa cuanto más cotidiana

después de ver todas las estancias vacías, me di cuenta que no encontraba la salida del laberinto. las paredes y puertas objetos opacos, un espacio hueco

las casas son inmensos arpegios de guitarra en cada esquina, en el sofá, en el fregadero, notas armónicas que después van tomando tonos de dixieland y luego de jazz, espacios que se van quedando sin letras, música de fondo

sí, es eso, las casas son sólo objetos, y ahora lo oigo bien, es Local hero.

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