diumenge, 20 d’abril del 2008

MPR 0.5


el gantry de la resonacia magnética (RM) es una lavadora de tejidos

preciosa, un acúmulo de mis circunstancias
no te pases de listo cuando intentes abrir los pistachos con la boca porque luego siempre me preguntas quién tiene la culpa
no lo sabremos hasta que nos quedemos solos

preciosa te decía, un acúmulo de mis circunstancias
anclé la televisión a la esquina a ver si en lugar de huecos conseguiamos espacios, si en vez de tres paredes y un techo lográbamos una canción
pura física cuántica al servicio de nuestro tiempo [lo supimos cuando nos quedamos solos]

no tengo defensa ante ciertas miradas, ante la sangre tampoco, ni siquiera cuando veo el número de muletas que he acumulado en no sé qué lugar
aquí en el Mediterráneo hay bocas cerradas, existen amigos que dejaron de serlo al ver en el espejo su rabo entre las piernas [pienso que no hubo amigos]
siempre tenías razón
eso lo sabremos cuando estemos solos

agarra la última canción de soul y estréllala contra tu boca
deja la memoria en la alcantarilla de cualquier domador de instintos
y pon tus piernas contra las mías
igualado, medido, rectificado, atravesado por agujas, por páginas cuadriculadas llenas de palabras, anémonas, hombros caídos y sátiros de carne helada y lengua de sapo
entiendo que los relojes no nos aportarán ninguna ventaja

preciosa, te decía preciosa cuando al fin todo era una inmensa niebla, ya sabes, un acúmulo de mis circunstancias, una propiedad adimensional, un intervalo de diseño que ha caído en desuso

nunca he sabido gran cosa de nada, ya ves, únicamente te puedo decir que el sol da vueltas a la Tierra y que mi corazón definitivamente es de papel
tampoco tengo gran cosa, desde hace algún tiempo esta métrica es anfibología

[ya lo sabía antes de que nos quedáramos solos. de hecho me di cuenta al abrir el primer pistacho con la boca y oír gritar a Gaff en Blade Runner: Lástima que ella no pueda vivir, pero ¿quién vive?]

cuando nos quedemos solos
creo que estar acompañados es empezar a darse cuenta que en realidad estamos solos, es incomprensible aceptar lo contrario, la compañía es un artificio aunque lo reconozco el único método para superar este desierto

estamos solos y ya me jode centrar los versos en el mismo concepto cotidiano y que éste me siga sorprendiendo
como Borges que he releído quince veces más n, por ejemplo, La casa de Asterión: no hallará pompas mujeriles aquí ni el bizarro aparato de los palacios pero sí la quietud y la soledad
preciosa, te decía preciosa sin querer flores ni cigarrillos rubios
cuando estemos solos ordenaré que destruyan todos los cadáveres y labios obscenos que vamos dejando por el camino para que no haya rastro de nuestro paso, para que el camino desandado no reuna pistas y nadie alcance a comprender el porqué de nuestras soledades

acabo de encontrar el termómetro de las palabras, el de las letras de mercurio que se rompen si chocan contra tu pelo
preciosa, te digo preciosa, otro acúmulo de mis circunstancias

suena el pip de la lavadora indicando que llegó al final del programa de sintéticos
tal vez por locura o por aburrimiento de uno mismo, me acabo de dar cuenta que lo único que no está solo es la ropa cuando se lava [el ruido son los gradientes y la materia prima los hidrógenos de las moléculas de agua cuando entran en resonancia, pero viene a ser lo mismo que cualquier máquina moderna de lavado]

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