WORLD NEWS: Medidas contra el desempleo. Revisited

Todo el mundo se ha puesto a mirar el futuro en las televisiones, excepto Octavio Jefferson, un colombiano que a parte de trabajar 14 horas al día, se pasaba el resto escuchando canciones de los setenta para huir del tema: alguna de Kool & The Gang, Chaka Khan o Michael Jackson. Aún a su pesar, Octavio también formaba parte de la punta del iceberg de la crisis subprime.
Apenas los pies de Jefferson entraron al tanatorio, su plaza de tornero en Astorga ya había salido a concurso. La muerte contemporánea es así. El nuevo sistema de actualización necrológico- laboral implantado por el gobierno es casi perfecto. Funciona de tal forma que, cuando las constantes vitales cesan de enviar señales al chip alojado en el tatuaje en forma de paloma de la nuca (el que dibujaron e instalaron a toda la población occidental el 11S), éste lanza inputs de "buscando nuevo servidor" a una central de Madrid que pone en marcha el mecanismo de rastreo y uno puede seguir las actualizaciones en el teletexto de RTVE e ir apuntando las vacantes que le interesan. Está en marcha las 24 horas del día durante los 365 días del año. Es como un P2P pero legal. En el argot de la calle ya se le conoce como el telecurro.
Hasta el responsable de encender el horno crematorio sólo tiene ojos para la bola de cristal cuadrada que lleva en el bolsillo, un último modelo de la Fábrica Berlinesa de Telecomunicaciones. Off the record, me contó que andaba un poco cansado de recoger cenizas de la misma índole.