lloras porque tienes 32 y te has estrellado contra El Lago de los Cisnes de Tchaikovsky
un accidente en el cloro, un dummy artístico y tallado durante años contra los baldosines y el fondo de la piscina,
te pilló el tren ruso a contrapié,
con las piernas abiertas en espagat
el pelo brillante y apelmazado, una antigarfunkel plateada atrapada por la tradición, la antipunset sincronizada en su interludio vital de agua y aire
en el cajón tricolor te envuelve la música con acento de metro moderno y catedral roja, acordes nevados en pleno agosto,
te das cuenta que llegas demasiado pronto para erizarte la melena y rociarla de America en Central Park,
para cantar el Yesterday con la voz de Ray Charles
no hay nadie más en el escenario
y vuelven a desteñirse tus ojos
persianas impermeables de colágeno marca speedo
sultana piscinera, la vida es así
volvió a ganar Paul Simon
las repeticiones y las notas de Graceland robadas de Soweto
